sábado, agosto 24, 2013

The Silver Linings Playbook

The Silver Linings Playbook (El Lado Bueno de las Cosas, publicado anteriormente como Un Final Feliz en España) es la primera novela del autor Matthew Quick, y que ha recibido mucha notoriedad después de ser llevada al cine por David O.Russell con Bradley Cooper y Jennifer Lawrence en los papeles de Pat y Tiffany y llevarse ocho nominaciones a los Oscars.

Pat Peoples es un ex-profesor de instituto que acaba de salir de una institución psiquiátrica en la que llevaba internado varios años. Ahora vive con sus padres, dedica su día a hacer ejercicio sin parar y su único objetivo es recuperar a su esposa Nikki, de la que está separado. Es entonces cuando conoce a Tiffany, la hermana de la mujer de su mejor amigo, quien ha enviudado no hace mucho y tampoco está pasando su mejor momento. Entre ellos se forma una curiosa amistad, pero para Pat no puede pasar nada entre ellos porque él está todavía casado con Nikki, ¿no?

The Silver Linings Playbook supone un interesante debut para Quick quien nos presenta a un protagonista bastante atípico: Pat ha perdido la memoria de los acontecimientos que le llevaron a ser internado, cree que su vida es una película que tendrá un final feliz y pese a todas las indicaciones de que Nikki ya no va a formar parte de su vida nunca más, él no se da por vencido. Porque si se pone en forma, si practica el ser amable en vez de tener la razón (be kind instead of being right), si se convierte en el buen marido que Nikki merece, entonces todo acabará bien, ¿verdad?

Pat obviamente tiene un trastorno mental que le impide asumir la realidad en la que vive. Prefiere ignorar lo que no encaja con la película que él mismo se ha formado en su cabeza y centrarse únicamente en las cosas buenas, en las que cosas que le llevarán a Nikki. En este sentido el libro destila este aire de optimismo pero siempre jugando con la idea de que un positivismo desmedido y la creencia de que la vida es una película con final feliz no es realista. Ser optimisma y positivo es bueno, por  supuesto, pero siempre en su justa medida. Hay que aceptar también los reveses y las cosas no tan buenas porque así es la vida.

Narrando la historia desde el punto de vista de Pat, en primera persona además, Quick consigue que nos pongamos de su parte y nos preocupemos por él; nosotros como lectores sabemos que Pat no está aceptando la realidad y sabemos que es bastante improbable su reconciliación con Nikki, así que es muy fácil sentir empatía, lástima y cariño por él y desearle lo mejor. 

Tiffany es un personaje que se complementa muy bien con Pat. También sufre un trastorno mental - una depresión profunda, después de enviudar -, también ha perdido la capacidad de relacionarse de una forma sana con la gente y es muy brusca. Pat y Tiffany congenian porque son los únicos que de verdad entienden por lo que está pasando el otro. Aunque lo único que hagan sea correr juntos o comer cereales en silencio, se hacen mucha más compañía que las otras personas porque sólo el saber que el otro está ahí les hace sentir menos solos.

(Por cierto, todo lo del baile es mi parte favorita del libro; en la película es MUY decepcionante)

Quick hace un buen trabajo con los dos porque desgraciadamente las enfermedades mentales siguen siendo un estigma en la sociedad. Es fácil sentir lástima y comprensión por alguien enfermo, pero cuando esta enfermedad es psicológica (una depresión, sin ir más lejos, que es muy común), la gente ya no es tan comprensiva, por lo que libros y películas como The Silver Linings Playbook pueden ayudar. ¡Y ojo! Quick en ningún momento quiere lanzar el mensaje de que "un día aparecerá el amor de tu vida y lo solucionará todo" porque las cosas nunca son así de simples. Y eso también se agradece.

Quick también hace un buen trabajo con las relaciones entre Pat y sus más allegados, especialmente su padre. Reincorporarse poco a poco a la vida cotidiana después de lo que ha pasado no es fácil, pero todavía menos cuando tu padre te ignora y como mucho te hable de fútbol cuando tu equipo ha ganado. Quien haya tenido un padre o un marido como Pat Sr., que se encierra en sí mismo y como esté de mal humor olvídate de que tan siquiera te mire, y que a lo mejor de tanto en tanto se esfuerce a su manera pero nunca lo suficiente, seguro que  podrá sentirse indentificado. La novela tiene varias partes agridulces pero seguramente esto sea lo que más.

The Silver Linings Playbook es un libro que realmente se lee solo, una vez te sumerges en la mente de Pat y su optimismo y su extraña forma de pensar es difícil salir de ella hasta el final. Quick nos ofrece un debut muy prometedor que a lo mejor con algo más de experiencia podría haber resultado más memorable o emotivo (y si uno no es fan del fútbol americano hay partes que ¡uf! Aunque admito que es necesario porque muchas familias se unen gracias a una afición común por un equipo), pero que para ser su primera novela no está nada, nada mal.

Desde luego, mucho mejor que la película. De hecho, si Pat viera la película de O.Russell, no saldría nunca del agujero en el que está metido...

Nota: 7'5

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