viernes, abril 29, 2016

Message in a Bottle

Como casi cualquier hijo de vecino conocía a Nicholas Sparks por haber visto alguna de las películas que adaptan sus libros (sí, El Diario de Noa, por supuesto, y alguna más), pero no había leído ninguna de sus novelas y me apetecía probar. Me decidí por Message in a Bottle porque el argumento parecía interesante y porque no he visto la película, así que no tenía demasiadas expectativas puestas en la historia más allá de saber que probablemente sería un dramón.

Theresa Osborne, una periodista de treinta y seis años que escribe una columna en el Boston Times, se encuentra una botella con un mensaje dentro mientras pasea por la playa durante unas vacaciones. La carta está escrita por un tal Garrett y está dirigida a su esposa Catherine, a la que ha perdido. Las palabras de ese hombre causan una profunda impresión en Theresa, y su jefa, al sentir una reacción similar al leer la misiva, la convence de publicarla en la columna sustituyendo los nombres por iniciales. Tras publicarla, Theresa consigue hacerse con otras dos cartas escritas por el mismo hombre, y siente tanto deseo de conocer a la persona que ama tan profundamente que extrayendo la información de las tres cartas consigue localizarle y ni corta ni perezosa se dirige a Wilmington, Carolina del Norte, en su busca. Theresa, que es una mujer divorciada madre de un hijo adolescente y muy afectada por la infidelidad de su ex marido, no ha encontrado desde entonces ningún hombre que le pareciera lo suficientemente decente como para salir con él. Garrett, viudo, ni se ha planteado volver a mirar a otra mujer porque todavía ama a su difunta esposa y siente que enamorarse otra vez sería como traicionarla. ¿Pueden ser Theresa y Garrett la segunda oportunidad que les aguarda a ambos en el camino?

Publicada en 1998, Message in a Bottle es la segunda novela de Sparks, después de la famosísima The Notebook. Para esta historia se inspiró en su propio padre, que tras la muerte de su esposa, la madre de Sparks, se hundió en una depresión tan grande que apenas se relacionaba ya con nadie, hasta que, con el tiempo, empezó a mejorar y conoció a otra mujer con la que quiso casarse. La historia va un poco más allá, pero es mejor leer el libro primero para no destriparse nada antes de tiempo, y es un homenaje realmente bonito hasta que te das cuenta de que Catherine es como se llama la mujer de Nicholas Sparks (ahora ex mujer, después de veintiséis años de matrimonio) y Theresa es el nombre de su agente. Sabiendo eso, todo lo que es romántico pasa a ser bastante creepy, pero en fin, corramos un tupido velo.

Como ya había visto un par de pelis basadas en sus libros, más o menos me imaginaba por donde irían los tiros. El libro cuenta la historia de amor entre Theresa y Garrett, un romance marcado por los obstáculos: Garrett no sabe que Theresa fue a buscarle después de leer sus cartas, viven en estados diferentes y todos sabemos lo complicadas que son las relaciones a distancia, más cuando sus circunstancias personales les dificultan enormemente plantearse el dejar su vida para irse con el otro, y, por supuesto, está el tema de que Garrett todavía sigue pensando en su difunta esposa. Es la historia de amor pasional de dos personas que no esperaban tener unos sentimientos tan intensos por alguien después de casi haber renunciado a volver a amar, uno de esos romances que uno encuentra una vez en la vida y que te hace plantearte si vale la pena dejar todo lo que conoces por esa persona porque en el fondo sabes que es muy poco probable que vuelvas a sentirte así otra vez si no luchas por este amor.

Robin Wright es Theresa en la película de 1999

La historia de amor es bonita, y se agradece encontrarte de vez en cuando historias en las que la mujer es mayor que el hombre, pero en todo momento no pude quitarme la sensación de que Garrett es demasiado dependiente y que exigía unas cosas a Theresa que no tenía derecho a pedir, más cuando él era el que seguía aferrado a la memoria de su ex esposa (con la que también tenía una relación extremadamente dependiente). Además también me pareció que iban demasiado deprisa, después de conocerse y enamorarse pasan unos días juntos, y la siguiente vez que Theresa viaja a Wilmington para volver a verle se lleva a su hijo, por poner un ejemplo. Y Garrett me pareció muy soso, la verdad.

El libro peca de ser poco sutil, sabemos que Garrett se siente muy confuso por la atracción inesperada que siente hacia Theresa, y su conflicto interno por no querer tracionar a su esposa Catherine pero a su vez su esperanza por tener la posibilidad de volver a ser feliz con alguien se nos muestra a partir de sueños que no hace falta ser un experto para descifrar. Es una novela que se lee muy fácilmente, es muy lineal y directa, algunos diálogos y situaciones son un poco mundanos pero en general entretiene.

Kevin Costner es Garrett

El final no es difícil verlo venir, como digo no es muy sutil y básicamente te lo cuentan al principio del libro. Aunque el mensaje que nos da la novela es muy bonito, el de que siempre se puede tener esperanza para volver a amar, la ejecución de este final no me terminó de convencer porque es muy inverosímil, y más por lo que sabemos del personaje. Sí que reconozco que se me saltaron algunas lágrimas, pero el autor podría haber encontrado alguna solución mejor para llegar a donde quería.

No puedo decir que Message in a Bottle me haya decepcionado porque me ha dado exactamente lo que esperaba de él: un romance lleno de pasión de esos que no olvidas nunca en la vida y mucho drama porque Sparks probablemente se alimenta del sufrimiento de sus lectores. Para una lectura ligera sin mucha exigencia, cumple; creo que sería ideal para leerlo en la playa, durante las vacaciones, simplemente para dejarnos llevar un poquito y soñar con encontrar nosotros nuestro propio mensaje en una botella.

Nota: 5'5

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