domingo, junio 18, 2017

Chiaroscuro

Jamie Makepeace, un inglés afincado en San Francisco, se acaba de quedar sin trabajo cuando la empresa de videojuegos en la que ocupaba el cargo de jefe de diseño ha despedido a casi toda su plantilla por problemas económicos. Parece una oportunidad para dedicarse por fin a lo que de verdad le apasiona, el arte, pero aunque su vida profesional parece ir encauzándose poco a poco, no puede decirse lo mismo de su vida personal: las cosas no van demasiado bien con su novio, el joven Micah, y luego está Ben, su vecino, quien le atrae muchísimo pero que si tiene algo claro es que no quiere nada serio con nadie.

Jenna Jones (o misslucyjane) es la autora de uno de mis fanfics favoritos, uno que he releído un montón de veces y que siempre me hace llorar. Así que con los buenos ratos que me ha hecho pasar, creí justo apoyarla comprando una de sus historias originales para probar. Después de tenerlo bastante tiempo olvidado en la estantería por fin me animé a cogerlo y leerlo y... La verdad es que no me causó ninguna de las cálidas sensaciones que sí me habían producido hasta ahora sus fics.

Chiaroscuro sigue a cuatro hombres homosexuales de San Francisco: Jamie, el artista; Dune, el escritor, su mejor amigo; Micah, un genio de la informática, su novio;  y Ben, un pastelero con mucho talento y su nuevo vecino. Todo parecen supermodelos, por supuesto. En la novela se forma como un triángulo amoroso entre Jamie, Micah y Ben. Jamie está enamorado de Micah (incomprensiblemente), pero se siente muy atraído por Ben. Ben no para de intentar llevarlo a la cama pese a que Jamie le dice una y otra vez que está en una relación, y después insiste que solo quiere que sean follamigos. Y Dune está por ahí siendo la voz de la razón.

El mayor problema que me encontré con este libro es la construcción de las relaciones. Primero está el hecho de que Jamie se acueste con los otros tres personajes, eso ya es un poco turn-off para mí. Luego, su relación con Micah y lo obesionado que está con él me tiró mucho para atrás. Aunque no tienen mucha diferencia de edad, Jamie tiene veinticinco y Micah diecinueve, Micah se comporta como si tuviera catorce, y lo de venir de una familia ultra-religiosa y tener que esconder su sexualidad está ya muy trillado. Tampoco me gustó la actitud de Ben, especialmente al principio, aunque lógicamente esperaba que Jaime se quedara con él. En general no conecté mucho con ninguno de los personajes, porque ninguno es muy interesante ni complejo.

Luego está el hecho de que tampoco hay mucha trama, solo va pasando la vida, discuten las mismas cosas una y otra vez, tienen sexo, y poquita cosa más. Las escenas de sexo tampoco son muy destacables, y es una pena porque en sus fics las escribía muy bien... Aquí acabé un poco hasta el moño del "kissed the top of his head". Aunque supongo que es distinto partir de la base de unos personajes a los que ya conoces y quieres que empezar de cero con desconocidos que si no te entran, hagan lo que hagan no lo vas a encontrar interesante.

Chiaroscuro, al menos, es bastante fluído y los diálogos en su mayor parte están bien.

Este libro es el primero de una trilogía, cada uno centrado en parejas distintas. El segundo es sobre... ¡Dune y Micah! Whaaaaat??? En fin.

Nota: 4

domingo, junio 11, 2017

Vicious

Otra autora que también está muy presente en los canales de booktube es V.E. Schwab, gracias a este libro y a la saga Shades of Magic, y que también ha publicado varias novelas juveniles con el nombre de Victoria Schwab.

Vicious es una historia de superhéroes... Pero no la clase de superhéroes a los que estamos acostumbrados.

Eli y Victor son dos universitarios, compañeros de habitación y mejores amigos que trabajan en su tesis de final de carrera. El tema que ha escogido Eli es cuanto menos peculiar: quiere averiguar cómo nacen los EO's, la gente extraordinaria, la gente con superpoderes. Los dos chicos trabajan en la teoría y, después, se les ocurre la peligrosa idea de llevar dicha teoría a la práctica, con consecuencias nefastas.

Diez años después, Victor se acaba de fugar de la cárcel, y solo tiene una cosa en mente: encontrar a Eli y vengarse de él.

Vicious ofrece una perspectiva bastante diferente y original al tema de los superhéroes. A través de los caminos paralelos de Eli y Victor, la autora hace un estudio sobre lo que supone ser un héroe y lo que supone ser un villano, y cómo la línea que separa a ambas denominaciones es muy fina, tanto, que uno puede ser una cosa o la otra en función de la perspectiva con la que se mire.

La novela va intercalando los sucesos de hace diez años con los del presente, de modo que a medida que avanza el libro vamos entendiendo qué pasó para que Victor y Eli, que eran tan buenos amigos a su manera, se convirtieran en enemigos mortales, y también nos detalla por qué Eli cambió tanto y ahora está una misión para erradicar a todos los seres extraordinarios del planeta. Junto a ellos tenemos a dos enigmáticas chicas, ambas con habilidades muy especiales y ambas a cada bando, cuyos destinos están tan unidos como los de Eli y Victor.

Vicious da una vuelta de tuerca fascinante al mundo de los superhéroes, pero aunque es un muy buen libro, podría haber llegado a ser espectacular y se queda a nada de serlo. Lo que le pasa es que mientras que la historia de diez años atrás es increíble (el capítulo de la bañera me dejó sin respiración), la del presente no lo es tanto, especialmente el esperado encuentro final, que es un poco anticlimático, y aunque el juego del ratón y el gato entre Victor y Eli mola mucho, no se puede comparar a su relación de antes de todo el desastre. 

Schwab hace una cosa muy bien y es hacer que tanto Victor como Eli sean unos cabrones, incluso antes de empezar con la tesis, y le beneficia mucho el tener las perspectivas de ambos. El libro es oscuro y retorcido, lo cual es genial, pero sí que podría haberlo sido un puntito más para acabar de hacerlo perfecto.

Pero como he dicho sigue siendo un muy buen libro, muy original y adictivo y absolutamente recomendable. No me perderé el siguiente.

Nota: 8'5

lunes, junio 05, 2017

A Court of Thorns and Roses

En los últimos años Sarah J. Maas está en boca de todos los lectores de YA, gracias a sus dos hiperpopulares sagas de fantasía, Throne of Glass y A Court of Thorns and Roses. De tanto oír hablar de ella tenía curiosidad por saber qué tipo de historias escribía, así que finalmente me decidí por la segunda saga porque el argumento parecía curioso y porque lleva menos libros.

A Court of Thorns and Roses sería como un nuevo giro de tuerca a la historia de La Bella y la Bestia, solo que mucho más oscuro. Feyre es una chica de diecinueve años que desde la muerte de su madre y la caída en desgracia de su familia tiene que salir a cazar cada día para poder alimentar a su padre y sus hermanas. En una de esas cacerías mata a un lobo gigantesco, que resulta ser un ser mágico. Como castigo, es obligada a irse a vivir a la corte del verano, gobernada por Tamlyn, capaz de convertirse en una bestia salvaje y que está bajo los efectos de una terrible maldición que le obliga a llevar permanentemente una máscara en la cara. Feyre, con el tiempo, irá desarrollando sentimientos por Tamlyn, a la vez que descubrirá que su papel en toda esta historia es mucho más vital de que pensaba en un principio.

El libro ofrece todas las características que nos encontramos en el manido género del YA de fantasía. La chica valiente rebelde que se opone al camino que le ha sido marcado pero que se acaba enamorando del hombre con el que no se llevaba bien al principio, las situaciones de peligro que se va encontrando y que va resolviendo gracias a su ingenio (aunque me gustó el detalle de que no supiera leer y cómo esto la pone en aprietos más adelante), el giro que te trastoca todo lo que pensabas que en realidad estaba sucediendo, plétora de chicos guapos alrededor de la protagonista, secretos oscuros que van saliendo a la luz... Como novela de aventuras y fantasía ACoTaR cumple bastante bien, aunque no deja de ser bastante juvenil, claro.

La historia se empieza a poner realmente interesante a partir de que Feyre descubre la verdad sobre la maldición y decide tomar cartas en el asunto. Toda la parte de las pruebas es realmente entretenida y se agradece ese punto oscuro y cruel que le da la autora y que la protagonista las tenga que pasar verdaderamente canutas. Al menos, aquí sí que tiene que tomar algunas decisiones verdaderamente difíciles y hacer algunas cosas moralmente cuestionables por el bien mayor.

Los personajes son correctos en su mayoría, siendo Rhys el más interesante con diferencia, y las hermanas de Feyre no tienen mucho protagonismo pero creo que las veremos más en los siguientes libros así que espero que Maas las desarrolle como es debido. El romance de Feyre y Tamlyn, la humana con el ser inmortal, está bien sin más, lo que uno espera.

En general ACoTaR es una lectura amena y que atrapa, con un buen uso de la mitología y una construcción de un mundo que puede dar mucho juego a medida que avanzan los libros, pero, como en muchos de estos YA tan populares, me decepcionó un poco porque me esperaba algo más. Tal vez una trama más enrevesada, o quizá una prosa más elaborada, porque las descripciones de Maas son bastante sencillas. No sé, viendo que siempre me pasa lo mismo debería irme directamente a la fantasía adulta, pero imagino que seguiré con esta saga ni que sea por saber más de Rhys.

Nota: 7'5

domingo, junio 04, 2017

Nadie ComoTú

Obra de J.A. Redmerski, publicada en 2012, Nadie Como Tú nos narra el viaje personal que emprenden dos jóvenes que se conocen por casualidad y descubren que son todo lo que habían estado buscando casi sin saberlo.

Camryn es una chica de veinte años que se siente perdida. La muerte del novio del que estaba perdidamente enamorada, el divorcio de sus padres y la traición de su mejor amiga no han hecho sino convencerla de que necesita un cambio en su vida, que necesita encontrarse a sí misma antes de pasarse día tras día en una existencia monótona haciendo un trabajo que no la llena en absoluto. De modo que, sin pensárselo mucho más, se va a la estación de autobuses y se compra un billete al azar. No sabe qué hará cuando llegue, pero sabe que ya lo descubrirá cuando llegue allí.

A medio viaje, en una parada en Kansas, conoce a Andrew, un atractivo chico de veinticinco años que se dirige a ver a su padre moribundo y que ha decidido coger el camino largo para pensar sobre ello. Al principio Camryn se muestra un poco recelosa, pero poco a poco se va abriendo más a él y el viaje en autobús los une tanto que deciden que en cuanto lleguen a su destino emprenderán uno nuevo en coche. Ambos están de acuerdo en lo mismo: nada de sentimientos ni rollos raros, y a vivir el presente. Pero ¿podrá resistirse Camryn a los encantos de ese chico tan distinto a todos los que ha conocido antes?

La respuesta, obviamente, es no; Camryn le dice a Andrew (¿o debería llamarlo Dean Winchester? La autora no disimula mucho en quién se ha inspirado para crear al personaje, ¡si hasta escuchan Carry on wayward son en el coche clásico del padre de este!) que bajo ningún concepto se va a liar con él pero a los dos días ya ha cambiado de opinión.

Encontrar un romance interesante y que no sea demasiado tóxico en estos libros juveniles es menos fácil de lo que me gustaría, y desgraciadamente Nadie como Tú tampoco es un gran ejemplo de ello, porque te venden como romántico que una chica de viente años decida que pertenece a un tío al que conoce desde hace solo unos días y que encima es un egoísta de mierda por no explicarle su secreto.

Nadie como Tú tiene bastantes situaciones y puntos de vista problemáticos: Camryn califica a su mejor amiga de ninfómana solo porque es bisexual y durante una época que estuvo separada de su novio de siempre salió con una chica. Camryn le dice a Dean Winchester que no quiere nada con él y luego llama zorra a una mujer solo por mirar. ¡Solo por mirar!  Tener algún que otro rollo pasajero está bien, ahora, como tengas muchos, ¡eres una guarra! Pero solo si eres mujer, claro. Cuando conocen al único personaje de color que sale en el libro, Camryn alega enseguida que "le cae muy bien", para dejar claro que no es nada racista, pese a que no ha hecho eso con ningún otro personaje. Camryn y Andrew no se conocen de nada y tienen sexo sin protección tan alegremente (en serio, el público objetivo de estos libros son chicas adolescentes, ¿tanto cuesta tener un poco de cuidado?). Y luego está el mensaje de que si estabas con alguien y más adelante te enamoras de otra persona, eso quiere decir que no querías realmente al primero. ¿Perdón?

Más allá de eso la prosa es bastante pobre. El vocabulario es sumamente repetitivo. Todas las reacciones son o sonreír, o revolver los ojos, o sonreír con los ojos. Mucha paja, la autora nos detalla un montón de cosas que no aportan absolutamente nada a la trama y que se hacen muy tediosas. Pero lo peor de todo para mí es que Redmerski tiene la necesidad de explicarlo todo, incluso lo evidente, tratando de idiota al lector. ¿Sabéis esas series de televisión policíacas que te ponen un flashback de algo que ha sucedido cinco minutos antes, como si no confiaran en tu capacidad para entenderlo si no es así? Pues más o menos algo así pasa en este libro.

Pongo un ejemplo de esto que me hizo mucha gracia. Los protagonistas van al hospital a visitar al padre de Dean Winchester, pero Andrew no se ve con fuerzas de quedarse allí hasta que suceda lo peor así que decide marcharse. Mientras se despide de su hermano menor, este le dice:
-Te llamaré cuando tenga que ser, ¿vale?
No hay ninguna duda de a qué se refiere su hermano, ¿no? Pues la siguiente frase es:
Asiento, conforme. Con «cuando tenga que ser» se refiere a cuando mi padre haya muerto.
¡No! ¡Nunca lo hubiera adivinado si no hubiera sido por esa aclaración!

La novela está narrada bajo el punto de vista alterno de ella y de él, el problema con esto es que no hay mucha diferencia entre las voces de ambos y algunas veces describen pensamientos con las mismas palabras exactas.

El libro tiene algunas escenas eróticas. Camryn admite que le va el sexo duro y que su pareja sea agresivo con ella en la cama pero tampoco hacen nada del otro mundo.

También hay un montón de menciones a actores de la CW y similares que tampoco vienen mucho a cuento pero supongo que harán gracia a las lectoras más jovencitas.

En cuanto a los personajes, nada que destacar tampoco. Ambos se creen special snowflakes porque quieren viajar por ahí y ser espontáneos y todo eso que está tan bien en toería pero que es tan difícil de llevar a la práctica. Camryn se supone que es increíblemente madura para su edad pero lo único que hace es sonrojarse y pensar en Andrew a todas horas. Andrew es el típico protagonista que va de tío duro que no es romántico y que luego resulta ser todo lo contrario.

Y el final sí que es para revolver los ojos.

La verdad es que la intención del libro es buena, porque la idea de vivir la vida, ser honesto con uno mismo y no privarte de nada de lo que te puedas arrepentir cuando sea demasiado tarde es muy positiva, la lástima es que la ejecución lo es mucho menos. No encontré por ninguna parte el sentimiento de aventura y libertad que se supone que te debería transmitir un road trip como este. 

Nota: 3